miércoles, 5 de abril de 2006

Cuando el ser humano recobra la fe en sí mismo

[A petición de Pater]



Como dejé escrito en un comentario del post dedicado a Henry Miller, este escritor veía que el futuro de la novela estaba en la propia biografía y en la ausencia total de hechos ficticios, si acaso sólo los pensamientos libres que se originaran en el autor a la hora de escribirla. Recuerdo que, cuando leí esa opinión, pensé que esto sólo podría tener continuidad en casos de existencias tan salvajes como la de Miller.
Y lo cierto es que aquí el nihilista feliz tenía razón: existe hoy una corriente entre los literatos que propugnan esta suerte de ensayo novelado como única evolución posible para este género. Ahí están, entre muchos otros, los casos de Antonio Muñoz Molina y Sefarad, Martin Amis y Experiencia (aunque también es cierto que se trata más de una biografía que de otra cosa) o Koba el Temible, Paul Auster y La invención de la soledad… Y Sebald, claro, cómo olvidar a su máximo exponente.
Me había equivocado. No hacía falta ser una jauría de perros rabiosos encerrados en el cuerpo de un degenerado para poder hacer una obra que pudiera maravillar por su ingenio y osadía al resto del mundo. Sólo poder hacerlo. Tan fácil y tan difícil. Un retraído profesor alemán de universidad inglesa se había convertido desde el anonimato del ermitaño académico en el mayor impulsor de este tipo de novela. Si es que puede denominarse así a la reconstrucción del recorrido que Sebald hizo por el condado de Suffolk (“En agosto de 1992, cuando la canícula se acercaba a su fin, emprendí un viaje a pie a través del condado de Suffolk, al este de Inglaterra, con la esperanza de poder huir del vacío que se estaba propagando en mí después de haber concluido un trabajo importante”, comienza Los anillos de Saturno) o las entrevistas a cuatro personas que conforman Los emigrados.
Con un estilo de una densidad apabullante, de frases que pueden ocupar varias páginas, sin un solo diálogo en toda su obra, Sebald comienza a armar un conjunto muy homogéneo de novelas en las que lo más trivial es el propio argumento y lo más importante los prodigiosos recuerdos que invaden la acción principal hasta casi desterrarla de las páginas. El autor, casi siempre protagonista, no deja de maravillarse de cuanto le rodea con una veneración que sólo puede compararse al cine de Malick mientras nos habla de asuntos tan dispares como la historia de la pesca del arenque o los amores de Stendhal mientras nos enseña un poco de su desconocida personalidad, de la timidez patológica que le hacía temblar ante el contacto de una mujer o huir de un vagón de tren ante las risas de unos niños. Y estos cambios se hacen de una forma pasmosa, los temas parecen fluir igual que en su mente y acaban en una insondable melancolía y en un anhelo por volver a la tierra donde nació o a un tiempo donde todo fue mejor. La sensación es, de nuevo, como la que se siente al ver cine de Malick, se recobra la fe en el ser humano, o, al menos, en la especie que es capaz de originar personas como éstas.
Paradójicamente, un hombre como él, que tanto disfrutaba de la quietud, el silencio y la soledad, fue a encontrar la muerte en una carretera, siendo aún un desconocido profesor universitario. Cuesta imaginarle metido en un coche, siendo tan amante de los paseos como era, pero el final de uno suele ser caprichoso. E injustamente temprano.

W. G. Sebald, alma emigrada, nos hizo partícipes de su erudición y nostalgia por sus particulares paraísos perdidos en Vértigo, Los anillos de Saturno, Los emigrados (los tres editados por Debate) o Austerlitz (Anagrama). Pocos libros tan difíciles de leer y al mismo tan edificantes y vitalistas como los del Joyce del siglo XXI, como algunos han llegado a considerarle.

21 comentarios:

GANZUAS dijo...

Nunca he leido a Sebald, aunque una vez tuve muy cerca Los anillos de Saturno. Ahora, después de leer este post me alegro de no haberlo hecho, la escritura "densa", de frases "densas", no es para un amante de frases "cortas". Supongo que no soy un vitalista "denso".

Mr. Kaplan dijo...

Prueba con Chuck Palahniuk, el vitalista de las frases cortas. Y sí, no es el prototipo para ti, lo asumo...

GANZUAS dijo...

Y qué recomiendas de Palahniuk amigo Kaplan. Estoy ávido de sabiduría.

Mr. Kaplan dijo...

Prueba con asifixia, anda

GANZUAS dijo...

Eso sí, hay que decir que Sebauld tenía una cara de persona "normal" no como el amigo Henry Miller. Algún día deberíamos debatir qué parte de los autores es la real y cual la excéntrica aparente.
Toma ya.

GANZUAS dijo...

Oye, ¿Aranofsky ya ha adaptado Asfixia?. Si Fincher y Aranosfsky están acongojaos con Chuck digo yo que me gustara.

Anónimo dijo...

"de frases que pueden ocupar varias páginas",ein?.Yo como el ganzuas este me lo dejo para otro día.
Y de Palahniuk,Asfixia,sin duda.

Mr. Kaplan dijo...

Por orden:
1. Sebald tenía cara de bueno, nunca de normal. Hay un fragmento descomunal en Vértigo en el que Sebald viaja en tren por Italia. Los asientos frente al suyo está ocupado por dos críos y sus padres están tras ellos. Los niños no hacen más que jugar y reírse con (o de) él. Sebald no sabe cómo reaccionar y les dice parloteando italiano que su mirada les recordaba a una foto de un joven Kafka que había visto años atrás. Los niños se acojonan ante la extraña historia que les cuenta el del bigote. Los padres empiezan a mirar extrañados. Y Sebald sobredimensiona en su mente esta desconfianza y se imagina que los padres le están tomando por un pederasta. Así que, entre sudores, se baja en la primera parada del tren entre sudores y sin saber dónde ir. Muy normal no parece, vamos, pero bueno, tenía pinta de ser muy buena gente.
2. Chuck te encantará, tranquilo y, coincidencias de la vida, David Fincher es el protagonista del próximo post.

Anónimo dijo...

Aronofski y asfixia?ganzuas,cuenta algo más de eso

GANZUAS dijo...

Otra vez con esas pequeñas disquisiciones, tener "cara de" no implica "ser", digo. Por otra parte está muy claro que una persona que escribe una frase de varias páginas no es muy normal. Y si encima le añades el contenido de la frase pues para qué quieres más.

GANZUAS dijo...

Palahniuk también ha mencionado que la adaptación de Asfixia será rodada por Darren Aronofsky, director de Réquiem por un sueño, y su equipo habitual, aunque este extremo no ha sido confirmado por ninguna otra fuente. David Fincher ha expresado su interés por rodar Diario: Una novela como miniserie para la HBO.
Seguiremos buscando información.

Mr. Kaplan dijo...

pos a mí me parece que miller tiene cara de buen tipo, ganzúas, pero en fin...
y coincido con dafaka, cuenta algo más del amigo darren, anda

Pablo dijo...

Si se trata del Joyce del siglo XXI, y su obra es del calibre del Ulises... mejor dejarlo pasar, no por la densidad, sino por la comprensibilidad. De todas formas, habrá que intentarlo.

Anónimo dijo...

No me pega nada Aronofski adaptando a Palahniuk,no sé muy bien por qué.De todas formas,como no le vaya bien con The Fountain(que junto a la de Richard Kelly va a ser lo mejor del año,ya lo veréis),creo que lo va a tener jodido este hombre.

Mr. Kaplan dijo...

Jodido? Después de hacer Réquiem por un sueño (una peli que auguro va a crear escuela para bien o para mal) lo dudo mucho.
Y la mezcla Darren-Chuck puede ser lo más desquiciado que se haya visto. El club de la lucha sería un baile de señoritas...

GANZUAS dijo...

Al amigo Darren le ofrecieron, en su momento, hacer Batman Begins, ¿alguien puede decirme que hubiera salido de eso?. Coño vale que Nolan es la leche, pero a mi me hubiera gustado ver ese experimento.

GANZUAS dijo...

Por cierto,¿hoy no tocaba hablar de Sebald?. Aunque yo espero con ansias al Fincher de mañana. Cuidado Kaplan, cuidado.

Mr. Kaplan dijo...

Ya, aquí sois vosotros los que mandáis en los contenidos, ya os lo he dicho mil veces. Pongo Sebald y acabamos hablando de Palahniuk, tiene cojones la cosa, pero en fin...
Y Darren iba a haber dirigido una versión del Batman Año Uno de Frank Miller... Impresionante lo que hubiese salido de ahí, sí señor...

Anónimo dijo...

Bueno yo iba a opinar de los libros autobiográficos, pero mejor que callo que he llegado tarde

Mr. Kaplan dijo...

No no, pase y sírvase

Anónimo dijo...

kaplan,me refería a que si la caga con La fuente,los estudios no le van a apoyar mucho cuando quiera hacer producciones de 100 millones de dolares.Por ahora lo que ha hecho son dos pelis pequeñas(obras maestras,tambien) pero a saber si es capaz de apañarselas para hacer proyectos grandes.